A MI HERMANO MIGUEL. César Vallejo

Dedicado a mi hermano Luis Alberto.

¡Hermano, hoy estoy en el poyo de la   casa,

donde nos haces una falta sin fondo!

 Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá

 nos acariciaba : «Pero hijos…»

 

Ahora yo me escondo,

como antes, todas estas oraciones

vespertinas, y espero que tú no des conmigo.

Por la sala, el zaguán, los corredores.

Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.

Me acuerdo que nos hacíamos llorar,

hermano, en aquel juego.

 

Miguel, tú te escondiste

una noche de Agosto, al alborear;

pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste…

Y tu gemelo corazón de esas tardes

extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya

cae sombra en el alma.

 

Oye, hermano, no tardes

en salir, ¿Bueno? Puede inquietarse mamá.

 

Comentarios